Salma Hayek es una actriz de 56 años que forjó su carrera desde joven y que tuvo que hacer grandes sacrificios hasta llegar a la cima. La artista arribó a los 25 años a la ciudad de Los Ángeles desde México y con todo en su contra luchó hasta alcanzar la cima artística y labrarse un nombre.
Al comenzar desde chica en el mundo de la actuación, la artista siente cierto recelo de que su hija, Valentina Paloma, siga el mismo camino. La joven acaba de cumplir 15 años y ha manifestado que quiere ser actriz en el futuro, O más bien, si las cosas no funcionan como espera, optar a ser quien cuente las historias detrás de cámara.
Valentina Paloma nació hace 15 años fruto del amor entre Hayek con el magnate francés François-Henri Pinault. Hace poco, en una entrevista con la revista Vogue, la adolescente manifestó: "Me gustaría ser actriz y después directora porque eso es lo que tiene sentido en mi cabeza. Además, creo que debe ser mucho más difícil ser directora si antes no has tenido experiencia al otro lado de la pantalla. Interpretar me podría ayudar a dirigir", ha señalado en este interesante diálogo.
Por su parte, Salma Hayek no se muestra del todo de acuerdo con la idea de su hija, como ha explicado en la misma entrevista: "Cuando eres actriz desde muy joven pierdes el anonimato. Creo que, a nivel general, lo mejor es mantener [un perfil bajo] y tener una estrategia de vida que te permita tener tanto una faceta artística como una profesional y otra como mujer, sabiendo que siempre una de ellas la arriesgarás un poco".
De hecho, Hayek ha considerado que Valentina todavía está joven para batallar con una gran industria como lo es Hollywood y sentenció: "cada persona tiene una sensibilidad distinta, la cual tienes que ir amando día a día. Lo cierto es que no hay nadie que te vaya a decir cómo hacerlo. Significa entender qué sacrificas, qué te da o qué te quita dicha profesión”.