La exposición a la radiación UV puede llegar a causar el envejecimiento prematuro de la piel y cáncer, pero estas no son las únicas consecuencias que acarrea la exposición al sol durante largas horas. Es por eso que te invitamos a leer el siguiente artículo para que conozcas 5 consecuencias más.
Una de las consecuencias de estar bajo el sol sin protección son las quemaduras solares. Cuando son leves provocan enrojecimiento de la piel (eritema) y sensibilidad. Este tipo de quemaduras (denominadas de primer grado) afectan a las primeras capas de la piel y se curan en pocos días. Pero si la exposición es más intensa puede producirse daño en capas más profundas de la piel, llegando hasta la dermis. Se trata de quemaduras de segundo grado que pueden ir acompañadas de ampollas, edemas y mucho dolor.
Si pasas mucho tiempo debajo del sol, y sin la protección recomendada: sombrilla, sombrero o gorra, protector solar y ropa fresca, puedes llegar a sufrir desmayos. Esto se debe a que no hay un buen suministro de sangre en el cerebro, el cual termina desencadenando en una pérdida temporal y súbita de la conciencia.
Si te expones mucho tiempo al sol también puedes llegar a sufrir una deshidratación, la cual consiste en la falta de agua y sales minerales en nuestro organismo. Los síntomas de la deshidratación dependen del nivel de la misma desde dolor de cabeza (similar al de la resaca), vértigo al ponerse de pie, mareo, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, delirios, espasmos e incluso la muerte. Para evitar la deshidratación, lo ideal es beber abundante agua.
Por otro lado tenemos el golpe de calor, el cual es producido porque el cuerpo no es capaz de mantener una temperatura baja. Normalmente regulamos la temperatura de nuestro cuerpo mediante al sudoración: expulsamos agua que al evaporarse nos enfría. El calor extremo, la humedad y el ejercicio bajo el sol pueden hacer que esta medida sea insuficiente. Aparecen entonces dolor de cabeza, pulso acelerado, mareo, nauseas, debilidad, entre otros malestares.
La exposición al sol durante muchas horas también puede producir insolación. La misma presenta síntomas mucho más graves como convulsiones, vómitos, coma e incluso la muerte. La manera de tratar en un principio la insolación es la misma que el golpe de calor: hacer descender la temperatura del cuerpo.