Los perros son las mascotas ideales en gran parte del mundo. Son considerados fieles y buenos compañeros, al punto de considerarlos “los mejores amigos del hombre”. Esto es así desde hace más de 13 mil años. De todas maneras, la afirmación no es solo un dicho popular, sino que tiene una base científica que la apoya.
En 2018 la Universidad de Lincoln publicó un estudio que demostró que los perros tienen una empatía que les posibilita entender el estado de ánimo de las personas. Asimismo, estos animales son capaces de interpretar las emociones y utilizar esa información para actuar de acuerdo a cada momento, jugando, prestando atención, consolando, etc.
De acuerdo a la investigación se evaluaron 17 perros a los que le fueron presentados rostros de personas que ellos no conocían, además de no poseer un vínculo, y a la vez se les presentaba el sonido de una voz. El experimento se publicó en la revista Biology Letters de la British Royal Society y quiso probar si un perro entiende o empatiza con un desconocido.
Según Kun Guo, “La investigación demostró que los perros sí tienen la cualidad de integrar dos fuentes distintas de información sensorial, y de desarrollar una percepción coherente de las emociones que no forman parte de su especie, como son las humanas. Esta capacidad cognitiva sólo había sido detectada en seres humanos”, indicó el responsable del estudio de la Universidad de Lincoln. Además, fuentes de la investigación señalaron que los canes tienen una forma innata de procesar los rostros en su cerebro, algo que no se da en otros animales, lo que resulta en una mayor empatía con los humanos.
Lo que hace importante este hallazgo es que se demostró que los perros logran recibir el mensaje de nuestras emociones, pese a que no conozcan a la persona. En el mismo sentido, Daniel Dilks, profesor en psicología de la universidad complementa la idea indicando: “Los perros cohabitaron con los humanos por más tiempo que cualquier otro animal. Son increíblemente sociales. Una mayor comprensión de su cognición y percepción nos puede decir más acerca de la vida en sociedad en general”. Todo esto haría pensar que por qué los perros y humanos empatizan al punto de ser parte uno de la vida del otro.