Las cremas hidratantes son productos de fácil acceso, ya que se encuentren en cualquier tienda, pero existe una forma de copiar sus propiedades sin recurrir en algunos gastos de más. Para ellos podemos utilizar uno de los productos más comunes en la despensa del hogar: el bicarbonato de sodio. Este compuesto es utilizado para diferentes propósitos, como la limpieza de zonas, blanqueamiento de elementos, aseo personal y tratamiento de problemas estomacales.
A pesar de no tener ningún respaldo físico, su utilización ha sido aprobada por diversos usuarios del común quienes han visto una mejoría notable en su piel, después de usar correctamente el producto. De todas formas, es necesario utilizar la crema con suma precaución.
La resequedad es uno de los problemas más comunes y de los que menos cuidamos. Sus zonas más afectadas suelen ser las rodillas y los codos, al estar en contacte fricción, ya sea con superficies como los escritorios o con las prendas de vestir. Hay que tener en cuenta que allí la piel se somete a un estiramiento constante al ser una zona de articulaciones y esto produce la muerte de muchas células de la piel, por lo que es necesario el uso de cremas hidratantes.
Para estas partes del cuerpo es útil curar la resequedad con una pequeña mezcla de cremas hidratantes con bicarbonato, al menos es lo recomendado por Mayo Clinic: “Las rodillas y los codos son dos áreas de nuestro cuerpo que suelen sufrir de mucha resequedad. Para hidratar estas zonas del cuerpo, solo basta con mezclar un poco de bicarbonato a tu crema hidratante diaria y masajear estas zonas resecas y ásperas durante unos minutos”.
Otro de los males estéticos que padecemos en la piel a cierta edad son las arrugas y para lograr ocultarlas, el bicarbonato sigue siendo una gran opción, y para ello puedes hacer una mascarilla con tan solo 2 cucharadas de bicarbonato de sodio, y agua mineral.