El óxido es una de los mayores dificultades en la limpieza, especialmente cuando se forman en algunos objetos del baño, como el lavabo, las bañeras (o duchas) y los retretes. Este es un proceso muy común, pero hay que tratarlo. Acá te explicamos cómo limpiar metales oxidados y te contamos trucos para quitar óxido.
Lo que hace en su parte externa este proceso es crear una capa de color marrón rojizo en los objetos de nuestra casa, que se forma en un objeto de hierro cuando entra en contacto con oxígeno y agua, como la humedad en el aire. En zonas húmedas y cercanas al mar, es común ver óxido en herramientas, bisagras de puertas e incluso en cierres metálicos y griferías.
Existen muchos productos en el mercado para solucionar el problema del óxido, pero deberás tener cuidado al leer las instrucciones y estar atento y ser precavido, utilizando guantes para proteger tus manos y aplicarlos en un área bien ventilada, ya que sus emisiones pueden ser peligrosas.
Por ejemplo, cuando hablamos de metales, suelen ser muy difíciles de limpiar cuando se oxidan. Sin embargo, hay muchos remedios caseros que pueden eliminar esta reacción y acá te contamos el paso a paso para lograrlo:
- Lo primero que tienes que hacer es cortar el aluminio en trozos medianos, los cuales deberás sumergir en un recipiente con el jugo de los limones para que se impregnen.
- Después, procede a frotar la superficie oxidada con ayuda del aluminio mojado hasta que se eliminen las capas de oxidación del objeto.
- Si notas que no se ha retirado por completo, entonces utilizarás el vinagre blanco, el cual verterás en un recipiente y en el que sumergirás la pieza.
- Durante toda la noche asegurándote que está completamente cubierta por el líquido.
- Al día siguiente pasa un paño de microfibra con bicarbonato de sodio por toda la superficie y verás cómo recuperará el brillo.